México, entre los países ganadores con las subidas de tipos de la Fed.
- luisylucyhdz
- 19 nov 2015
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En una mano, una espada, y en la otra, una balanza. Son los dos elementos que sostiene la diosa conocida como Dama de la Justicia. La espada simboliza el poder, la autoridad para hacer cumplir la justicia, mientras que la balanza representa la objetividad, sopesar las pruebas y alegaciones de ambas partes. Entre las manos de una mujer se encuentra ahora el devenir de la primera economía del mundo y sus efectos colaterales sobre el resto del planeta. Janet Yellen, la presidenta de la Reserva Federal (Fed), es la figura visible del cambio de política monetaria que iniciará Estados Unidos. Justo o no, lo cierto es que el inicio de una etapa de subida de tipos comenzará, si se cumple lo previsto, en menos de un mes y las decisiones que tome la institución presidida por esta Dama de la Justicia en próximos meses marcarán el ritmo de otras grandes economías.
La primera subida de tipos en casi una década lleva tomando forma desde hace meses, pero en diciembre puede ser una realidad. Las actas de la reunión de la Fed de noviembre publicadas esta semana así lo evidenciaban nuevamente. Aunque Yellen levante su espada, lo importante es la velocidad que tome el banco central para llevar a cabo nuevas alzas del precio del dinero.
Los países emergentes, ya golpeados por la desaceleración económica en China y por la debilidad del precio de las materias primas, son los que esperan con más temor el cambio de política monetaria de la primera potencia mundial. Pero no todos los emergentes están en la misma situación, por lo que conviene diferenciar el impacto país por país.
Entre los grandes perdedores, Brasil y Turquía son dos de los señalados, mientras que los expertos sitúan a América Central, con el ejemplo más claro de México, hacia el otro lado de la balanza, como posible área beneficiada por su correlación con Estados Unidos. Aunque si hay una región que sacará partido del alza de tipos al otro lado del Atlántico, esa es la zona euro, donde, además, la política monetaria del Banco Central Europeo (BCE) lejos de endurecerse será más laxa en los próximos meses.
El poder de la política monetaria
La nueva era, donde Estados Unidos se aleja de los tipos cero, contagiará al resto de economías del mundo principalmente por dos vías: por la propia subida de tasas, que encarece la financiación, y por los efectos de la divisa, ya que técnicamente el dólar tenderá a apreciarse aunque haya descontado parte del alza en los últimos meses.
Así lo explica Marian Fernández, responsable de estrategia de Andbank: "La subida de tipos va a tener traslación a través de la divisa". Afectará a "todo aquel país que esté dolarizado, aunque en gran parte estaría descontado", señala. El otro punto importante es la deuda. Por un lado, y ligado a lo anterior, "para conseguir financiación, los emergentes tienen que endeudarse en dólares y el endeudamiento les va a subir", explica Javier Niederleytner, profesor de IEB. Esto es un efecto inmediato. Con un dólar más fuerte, la misma deuda ahora crece solo por el efecto divisa. Y, por otro lado, unos tipos más altos van a presionar al alza los costes de financiación.
"Los mercados emergentes deben prepararse para las implicaciones de un deterioro de las condiciones financieras internacionales", advierte el FMI en su último informe sobre la estabilidad financiera mundial, donde sentencia que "a medida que las economías avanzadas normalicen la política monetaria, los mercados emergentes deberían prepararse para un aumento de las quiebras empresariales".
Aunque la deuda de economías emergentes es comprensible dentro del ciclo económico en el que se encuentran, desde Goldman Sachs admiten en un informe que están "preocupados por la deuda en las economías de mercados emergentes, sobre todo en China, donde la relación deuda/PIB se ha incrementado cerca de 100 puntos porcentuales en la crisis financiera mundial".
Las empresas de estos países también se han endeudado precisamente por los bajos tipos de los que disfruta parte del planeta. "Los niveles de endeudamiento de las empresas en los mercados emergentes han aumentado, particularmente en los sectores de la construcción y el petróleo y el gas, debidos a las bajas tasas de interés en las economías avanzadas", afirma el FMI, que calcula que la deuda de empresas emergentes en relación al PIB ha escalado 26 puntos porcentuales en diez años. "El aumento de la deuda corporativa en los emergentes se ha convertido en una preocupación importante para el mercado. Esto será importante en 2016 en un contexto de mayores costes de financiación", comparten en Amundi AM.
El lado ganador
Aunque los mercados emergentes deberán lidiar con esta mayor carga de deuda, no todos los efectos de una subida de tipos de la Fed son negativos. Los expertos apuntan a regiones emergentes que pueden salir airosas del nuevo escenario que se avecina. América Central es una de estas áreas.
"Sus economías suelen estar correlacionadas con la economía estadounidense. Una subida de tipos va asociada a una economía doméstica fuerte, con crecimiento de PIB, mercado laboral sólido y aumento de salarios. Para México, este escenario es beneficioso porque Estados Unidos importa un gran volumen de bienes mexicanos, y una mejora económica solo debería mejorar esta circunstancia", aclara Nicolò Carpaneda, director de inversiones de renta fija de M&G. El experto añade que en América Central "el principal beneficio vendrá de las remesas que estos países reciban de sus muchos ciudadanos residentes en Estados Unidos, que se verán beneficiados del escenario laboral positivo".
En la zona euro las implicaciones positivas son claras. En primer lugar, "Europa será el mayor beneficiado por un euro más débil", como apunta Marian Fernández, de Andbank. Aunque el cambio euro/dólar ha descontado ya gran parte de la subida de tipos, algunos expertos creen que el cruce podría acercarse a la paridad o situarse en niveles en el entorno de los 1.03 dólares, lo que deja recorrido desde los 1.07 actuales. Y, en segundo lugar, frente al giro de la Fed, el BCE pretende extender sus medidas de estímulo a la economía. También otras divisas como el yen -el Banco de Japón también mantiene una política expansiva- podrían continuar su tendencia a la baja frente al dólar.
En la búsqueda de emergentes que no salgan perjudicados, Javier Niederleytner, del IEB, también apunta a que "India no tendrá apenas ningún efecto colateral, porque no está muy endeudado". Desde BNP Paribas Global Market califican al país como "ganador relativo" entre los emergentes y apuntan a otra fortaleza: su crecimiento. Este no se resiente tanto como en otros emergentes (ver gráfico), gracias a "la recuperación de la producción agrícola" y "el aumento de la construcción", según señala la entidad francesa, que también considera que a India le favorece su "baja exposición comercial directa a China".
La balanza no se inclina hacia ellos
En el otro lado de la balanza, Brasil y Turquía aparecen como los países donde los expertos ven más riesgos ante la subida de tipos de la Fed. Brasil deberá absorber este cambio en un momento en el que acusa sus propias dificultades, con unas expectativas que no son positivas, al menos para los próximos trimestres. El FMI ya prevé una caída del PIB del 3 por ciento este año y del 1 por ciento en 2016, frente al descenso del 1.5 y del 1.7% estimados a mitad del año. "La recesión significa que el Banco Central de Brasil estará bajo una enorme presión para recortar los tipos, si el real lo permite", opinan desde BNP Paribas GM. La depreciación de la divisa es más que notable: el dólar gana un 40 por ciento frente al real en 2015.
No hay que restar importancia a la inestabilidad política en Brasil. Ni en otros países. "En el caso de Turquía, los mayores detractores son las tensiones geopolíticas y su elevado nivel de deuda exterior", considera Nicolò Carpaneda, de M&G. Y explica que este último punto "se vería efectivamente agravado por una subida de tipos de la Fed, ya que la mayoría de sus emisiones están denominadas en dólares americanos". El endeudamiento de Turquía es del 36.5 por ciento el PIB, según datos de Bloomberg.
Sudáfrica es otra de las economías castigadas este año a la que no ayudarán unos tipos más altos en Estados Unidos. "Sudáfrica se está moviendo hacia un crecimiento estructuralmente más débil, que se traduce en ingresos gubernamentales débiles y un fracaso total en sus objetivos de déficit presupuestario", señalan en Amundi. El país se encuentra en una encrucijada entre "apoyar el crecimiento y mantener la inflación bajo control", apuntan en Goldman Sachs.
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